jueves, 22 de noviembre de 2007

ESPIRULINA DEL MAR


LA FOTOGRAFIA NOS MUESTRA EL MAR EN CONEXIÓN CON EL CIELO, COLABORAN LOS DELFINES O FORMAN PARTE DE ESTA CONEXIÓN.

¿Y NOSOTROS, LOS HUMANOS, ESTAMOS CONECTADOS O DESCONECTADOS?. ¿QUÉ CREES TU?.


EXCELENTES LAS ALGAS


Como vegetales -acuáticos, pero vegetales al fin- las algas tienen la capacidad intrínseca de sintetizar AGE. Este hecho convierte a las algas en fuente proveedora de poliinsaturados para el reino animal (peces y humanos).
Un PEQUEÑO ejemplar de agua dulce merece un especial comentario en este ámbito, dado la cantidad y calidad de nutrientes útiles que ofrece.


La espirulina (Spirulina maxima) es una primitiva alga unicelular cuya historia se remonta a unos 3.500 millones de años; es una de las plantas más antiguas del mundo y sin dudas la más pequeña. De hecho, es el descendiente inmortal de la primera forma de vida fotosintética del planeta. Esta microscópica alga azul verdosa (0,5 mm de longitud) crece espontáneamente en lagos alcalinos (como el Texcoco de Méjico o el Lago Chad del homónimo país africano), cuyas condiciones impiden el desarrollo de otros organismos vivos. Esto convierte a la espirulina en un producto confiable, pues en aguas alcalinas hay muy pocas bacterias. Siendo un alimento que no recibe más tratamiento que el secado, su posible contaminación bacteriana resulta insignificante. Además la espirulina posee una enzima de restricción (SPL1) que inhibe el crecimiento de microbios, hongos y levaduras, y que la protege de virus y bacterias.

La espirulina era parte esencial de la dieta de mayas e indígenas africanos, que practicaban su recolección y secado. En el futuro puede convertirse en un alimento estrella, ya que puede producirse rápidamente (duplica su biomasa en 4/5 días) en estanques poco profundos, brindando un rendimiento proteico por unidad de superficie 20 veces superior a la soja, 40 veces superior al maíz y 400 veces superior al ganado vacuno. Actualmente existen gran cantidad de emprendimientos en el mundo que se dedican a su cultivo.

La investigación científica ha verificado la gran riqueza constitutiva de la espirulina; ya se llevan aislados más de 60 componentes y se presume que la tarea está incompleta.

Es una de las fuentes naturales más proteicas; casi el 70% de su peso está constituido por aminoácidos. Su proteína es completa y de alto valor biológico: posee 21 de los 23 aminoácidos (todos los esenciales) en proporción casi ideal, destacándose el triptofano (antidepresivo por excelencia) y la fenilalanina (otorga sensación de saciedad) como los de mayor concentración.

Cuatro cucharadas (36 gramos) satisfacen todas las necesidades diarias de aminoácidos esenciales en un adulto medio.

A nivel de lípidos, si bien la espirulina no posee abundancia (llega a un 7%), tiene gran calidad de AGE, los cuales se reparten entre omega 3 y 6, destacándose la presencia de un importante ácido graso activado: el GLA (gamma-linolénico), clave en la síntesis de los eicosanoides benéficos.

La espirulina contiene entre un 15 y un 25% de azúcares, lo cual proporciona energía rápida sin sobrecargar el páncreas ni desencadenar hipoglucemia. Entre estos glúcidos se destaca la presencia de un raro azúcar natural (ramnosa) que favorece el metabolismo de la glucosa y posee un efecto favorable en la diabetes.

Diez gramos de esta alga aportan solo 36 calorías, razón por la cual es muy recomendada en dietas de adelgazamiento.

En materia vitamínica, la espirulina posee una gran riqueza. Además de vitaminas A (diez veces más concentración que la zanahoria y en la forma segura de betacarotenos), B1, B2, B5, B6, ácido fólico, E y H, se destaca por ser la fuente natural más rica en B12 (pocos gramos cubren las necesidades diarias de dicha vitamina, siendo totalmente asimilable al no haber proceso de cocción). Resulta entonces un complemento ideal en dietas vegetarianas estrictas.

En cuanto a minerales, la espirulina es especialmente rica en hierro altamente asimilable (cinco veces más que el hígado); diez gramos satisfacen las necesidades diarias de un adulto. Pero también contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, manganeso, selenio, cromo, cobre, cinc y germanio, con escasa presencia de sodio.

También está bien dotada de clorofila, carotenos, ácidos nucleicos, enzimas y fibra soluble (mucílagos).

Acaso la principal propiedad de las algas espirulina no sean sus valiosos componentes físicos, sino su acción vitalizante sobre nuestro metabolismo energético. Recientes investigaciones muestran que el factor primordial en la calidad de un alimento, es su energía solar (fotones). A través del alimento, absorbemos biofotones (partículas luminosas), que transmiten a las células importante información biológica para modular procesos vitales del cuerpo. Los biofotones poseen una gran fuerza de organización y regulación que proporciona al organismo mayor movimiento y orden, lo cual se traduce en una marcada sensación de vitalidad y bienestar. Cuanta más energía lumínica pueda almacenar un alimento, mayor su valor. Por ejemplo, un fruto madurado al sol es mucho más saludable que aquel madurado en cámara. Por consiguiente, la capacidad de almacenamiento de biofotones es una medida objetiva de la calidad de nuestros alimentos. Las algas espirulina, mediante un complejo único de pigmentos, puede almacenar todo el espectro solar: verde (clorofila), azul (ficocianina), amarillo, naranja y rojo (carotenoides). La medición de los biofotones confirma que la espirulina recién cosechada es un excelente colector de energía solar.

La estructura celular (membranas plasmáticas) de la espirulina, carente de celulosa, facilita la rápida asimilación de sus nutrientes (sobre todo las proteínas), aún en personas con dificultades digestivas y de absorción.
ES RECOMENDADA PUES SU COMPOSICIÓN NUTRITIVA PERMITE LA NORMALIZACIÓN DE MULTIPLES FUNCIONES VITALES, ACTIVANDO EL EQUILIBRIO EN EL ORGANISMO:
Es recomendada en depresión, osteoporosis, arteriosclerosis, problemas circulatorios y dermatológicos, diabetes, estreñimiento, hepatitis, colesterol, obesidad, tumores, quimioterapia, desorden de flora intestinal, anemias, embarazos, convalecencias, desnutrición, reuma, geriatría, dificultades visuales, agotamiento, intoxicación, infecciones y dietas vegetarianas estrictas.

Dada la fragilidad de los vitales componentes de la espirulina, es recomendable espolvorearla sobre las comidas (sopas, ensaladas, cereales), evitando su exposición al calor. Un especiero es el dosificador más práctico para la presentación en fino polvo, que resulta la más indicada y natural.


No tiene contraindicaciones de ningún tipo en dosis de algunos gramos diarios.


Extraído del libro “Las Grasas”

lunes, 12 de marzo de 2007

CALCIO Y OSTEOPOROSIS


Este tema le afecta sobre todo a las mujeres.
¿Y no será preciso que vivamos más en sintonía con el Amor y la Paz?, y esa sea la clave para abordar el tema, controvertido pues está lleno de informaciones contradictorias, con intereses en un mundo que ha de elegir seguir en la noche de solo el materialismo o buscar la Paz y el Amor y con ello la Verdad. SI SINTONIZAS CON ESTE INICIO, ENTONCES EL ARTICULO PUEDE DECIRTE...


Mitos y verdades



Vamos a examinar algunos de los problemas alrededor de este tema, que tienden a confundir el proceso de la enfermedad llamada osteoporosis.

Los “expertos” constantemente nos bombardean con su propaganda, intentando vendemos hormonas sintéticas, diciéndonos que comamos productos lácteos regularmente, y llenándonos con una variedad de suplementos de calcio. ¿Estas “opiniones especialistas” son válidas? ¿Realmente necesitamos tomar suplementos de calcio? ¿Ellos actúan previniendo esta enfermedad? ¿Qué hay sobre los productos lácteos? ¿Realmente nos protegen de la osteoporosis?

La Organización Mundial de la Salud ha definido “osteoporosis” como una densidad ósea baja que incluye la presencia de fracturas. La definición médica de osteoporosis, que era “fracturas causadas por los huesos delgados”, se ha redefinido subsecuentemente a “una enfermedad caracterizada por la baja masa del hueso y el deterioro micro-arquitectónico del tejido óseo que lleva a la fragilidad del mismo, con un aumento consecuente del riesgo de fractura”. La baja masa del hueso es sólo un factor de riesgo para la osteoporosis; no es la osteoporosis en sí. El Dr. Love nos ofrece una analogía llamativa: “Esto es como definir las enfermedades del corazón por tener el colesterol alto, en lugar de un ataque cardíaco”.

Innecesario es decir que esta nueva definición ha aumentado número de mujeres y hombres que tienen osteoporosis. Los hombres y mujeres continúan perdiendo masa ósea cuando envejecen. Por consiguiente, el predominio de aumentos de baja masa ósea aumenta cuando las mujeres envejecen. El hueso se fractura debido exclusivamente a su delgadez. Ahora que es más conocida la fisiología del hueso, está claro que ésta no es la historia real.

¿Por qué parece haber ahora muchas más mujeres con osteoporosis que en el pasado? El Dr. Love nos explica: “... parte de este aumento es nada más que un cambio en la definición, al ser más amplio el criterio que define la osteoporosis, es mayor el número de mujeres que entrarán en dicha categoría.





Mito 1: Las mujeres menopaúsicas están en

mayor riesgo de contraer osteoporosis




Hay muchas culturas en el mundo dónde la mujer posmenopáusica está en buena salud, activa y saludable hasta el extremo de su vida. Las mujeres mayas viven durante 30 años después de la menopausia, pero ellas no contraen osteoporosis, no pierden altura, no desarrollan “la joroba de viuda” y no sufren fracturas. Un equipo de investigación analizó sus hormonas, niveles y densidad ósea, y encontró que sus niveles de estrógeno no eran más altos que aquellos de las mujeres americanas blancas; en algunos casos eran incluso más bajos. Las pruebas de densidad mostraron que la pérdida de hueso ocurrió en estas mujeres en la misma proporción de sus colegas americanas.




Mito 2: Los bajos niveles de estrógeno son una

causa de osteoporosis



Se pensaba que todas las mujeres tienen una disminución considerable en el hueso, a causa del más bajo nivel de estrógeno en la menopausia. Así se dijo que la deficiencia de estrógeno parecía ser la causa de osteoporosis. Continuando las investigaciones, se refutó esta idea. Los estudios individuales que siguen la densidad del hueso de mujeres, con el tiempo han mostrado que aunque algunas mujeres pierden mucho hueso con la menopausia, otras pierden un porcentaje comparativamente pequeño; también, que alguna pérdida empieza antes. Un estudio que utiliza la orina como prueba para medir pérdida de calcio, encontró que algunas mujeres son “perdedoras rápidas” y otras son naturalmente “perdedoras normales”. Si la osteoporosis fuera debida a la deficiencia del estrógeno, nosotros deberíamos encontrar más bajos niveles de estrógeno en las mujeres con osteoporosis que en las mujeres sin este desorden. Sin embargo, los estudios han mostrado que ese nivel hormonal fue similar en mujeres posmenopáusicas, con y sin osteoporosis. Agregando otro aspecto, hemos encontrado que las mujeres vegetarianas tienen más bajo nivel de estrógeno y nivel de densidad ósea más alta que sus pares carnívoras.



El Dr. Jerilynn Prior, Profesor de Endocrinología en la Universidad de Columbia Británica, ha dirigido una seria investigación que contradice el papel importante del estrógeno para prevenir la pérdida de hueso. En su estudio de atletas mujeres encontró que la osteoporosis ocurrió solo en cuando las atletas se volvieron progesterona-deficientes, aunque sus niveles de estrógeno permanecían normales. Prior continuó su investigación con las mujeres no atléticas, y ellas mostraron los mismos resultados. Como resultado de su extensa investigación, confirmó que no es el estrógeno, pero sí la progesterona, la hormona importante de la construcción del hueso. Estos hechos demuestran seriamente la contradicción en cuanto a la deficiencia del estrógeno como eslabón de la osteoporosis.

Entonces ¿por qué un gran número de doctores y ginecólogos sigue diciendo a las mujeres menopaúsicas que la causa de la osteoporosis es principalmente el estrógeno y recomiendan tratamientos de sustitución hormonal, cuándo la investigación también ha mostrado otros factores importantes a la deficiencia de esa hormona como causantes? El estrógeno, opuesto a la progesterona, causa salinidad y retención de líquidos, aumento de la coagulación de sangre, promueve el fibroma uterino, problemas en los pechos, aumento de cálculos, y el trastorno más vivo y más ominoso: aumenta el riesgo de cáncer del endometrio, el prolactinoma pituitario, y el cáncer del pecho.

Es obvio que los elevados riesgos del tratamiento de sustitución hormonal pesan más que los efectos beneficiosos, bastante limitados, sobre el hueso; sobre todo cuando hay muchas otras alternativas eficaces. ¿Merece la pena aumentar el riesgo de una enfermedad amenazante para la vida? Probablemente, una de las razones mayores por la cual los médicos están usando tan a menudo el tratamiento de sustitución hormonal es debido al hipermercadeo que han generado las compañías farmacéuticas, que vieron esto como un gran negocio.




Mito 3: Necesitamos más suplementos de calcio.


Cuando se pregunta por las causas de osteoporosis, la mayoría de las personas responde “falta de calcio”. Dado que el hueso está principalmente compuesto de calcio, podría parecer lógico relacionar la ingestión de calcio con la salud del hueso. Es curioso, sin embargo, que cuando se entrecruzan los datos con los de otras culturas, estos muestran claramente que en los países menos desarrollados, donde las personas consumen poco o ningún producto lácteo e ingiere menos calcio, hay muchas más bajas proporciones de osteoporosis.


Los estudios de poblaciones en China, Gambia, Ceilán, Surinam, Perú y otras culturas, nos informan resultados similares de baja ingestión de calcio y bajas proporciones de osteoporosis. Mientras es un hecho conocido que la proporción de calcio adecuado es completamente necesaria para el desarrollo y mantenimiento de huesos saludables, no hay nada que sugiera una mayor ingestión de calcio que la normal.

Sin embargo, deben entenderse otros factores vitales que determinan el proceso complejo de tener huesos saludables.

Los huesos son afectados por la ingestión de otros nutrientes de la construcción del hueso; el consumo de sustancias potencialmente perjudiciales para el hueso, como el exceso de proteínas, sal refinada, grasa saturada y azúcar blanca; el uso de algunas drogas (alcohol, cafeína y tabaco); el nivel de ejercicio físico; la exposición a la luz del sol y a las toxinas ambientales; y muchos otros factores que limitan el funcionamiento de las glándulas endocrinas.


Hay 18 nutrientes que son importantes en la construcción del hueso, o realmente esenciales para su salud óptima. Si la dieta personal es baja en cualquiera de estos nutrientes, los huesos sufrirán. Ellos incluyen: minerales (fósforo, magnesio, manganeso, cinc, cobre, boro, silicio, flúor), vitaminas (C, D, B6, B12, K), ácido fólico, ácidos grasos esenciales y proteínas.
El cuerpo sólo usa minerales cuando están en el equilibrio apropiado. Por ejemplo, en las muchachas que consumen datas altas en carnes, gaseosas y comidas procesadas (que tienen niveles altos de fósforo), se ha encontrado una pérdida alarmante de masa ósea. Una proporción de fósforo alta en relación al calcio, hará que éste sea desalojado de los huesos en un esfuerzo compensatorio. Hay ahora evidencias que un alto nivel de suplemento de calcio, está en realidad asociado con un 50% de incremento en el riesgo de fracturas.

Todavía no hay ninguna prueba que aumentando la ingestión de calcio (con suplementos o dieta) después de la menopausia, se prevengan las fracturas. Sin embargo se advierte que una dieta rica en calcio durante la niñez temprana y los años pre-menopaúsicos coadyuva a construir huesos más fuertes, mientras reduciría el riesgo de huesos delgados después da la menopausia.



Mito 4: La leche y los productos lácteos protegen

contra la osteoporosis

¿Y qué pasa con las comidas lácteas para la fortificación de los huesos? Después que todos nosotros nos hemos adoctrinado con este concepto, es una revelación chocante descubrir que los productos lácteos... ¡¡¡contribuyen a la pérdida de masa ósea!!! Los países que consumen altas cantidades de productos lácteos (como los países escandinavos), tienen las proporciones más altas de osteoporosis.


En la sabiduría del cuerpo, la prioridad más elevada es mantener la acidez y la alcalinidad apropiada para equilibrar la sangre. Una dieta alta en proteínas de carne y productos lácteos, supone un gran riesgo de osteoporosis, porque hace que el tenor de la sangre sea muy ácido. Entonces el calcio debe extraerse de los huesos para restaurar el equilibrio ácido-básico apropiado. Desde cada célula del cuerpo se usa el calcio para mantener la integridad en la sangre. Por consiguiente el cuerpo sacrificará el calcio del hueso para mantener la homeostasis en la sangre.


Hay todavía otros problemas con los productos lácteos. Ellos contienen antibióticos, hormonas estrogénicas, pesticidas y una enzima que es un factor conocido en el cáncer del pecho. Constantemente se bombardea a las mujeres con el mensaje que la guerra contra la pérdida de hueso debe incluir suplementos de calcio y un consumo diario de comidas ricas en calcio, principalmente los producto lácteos. Los doctores recomiendan entusiastamente el uso a largo plazo de estrógeno (sintético) a la mujer en período posmenopáusico, y si se requiere ayuda adicional, pensar en el uso de drogas. Así, armada con este poderoso arsenal, una mujer estará segura que atravesará protegida y libre de fracturas la última parte de su vida. Desgraciadamente, esto está muy lejos de la verdad...


Los tratamientos más populares para la osteoporosis son, de hecho, peligrosos a la salud de mujeres. El estrógeno sintético es una droga carcinogénica conocida. Más suplementos de calcio no sólo son ineficaces para reconstruir el hueso, sino que realmente pueden llevar a deficiencias minerales, calcificación y formación de cálculos en el riñón.



LA PREVENCIÓN ES MEJOR QUE LA CURA


Cuando se quiere asegurar huesos saludables, es importante recordar que no sólo está lo que uno se pone en el cuerpo, sino también lo que uno hace por él.

Cada vez con más frecuencia los estudios están validando los efectos sumamente beneficiosos de programas de ejercicio peso-productivos para regular la densidad creciente del hueso en las mujeres del período posmenopáusico. Por lo menos siete estudios bien controlados han mostrado que cuando una mujer ha hecho dietas para perder peso, también ha perdido hueso. El entrenamiento eficaz incluye algunos ejercicios como caminar cuestas ascendentes, andar en bicicleta y caminar con peso en los pies.

La osteoporosis no es una enfermedad de la vejez o debida a la falta de estrógeno o a deficiencia de calcio, pero sí es una enfermedad degenerativa de nuestra cultura Occidental. Nosotros la hemos incorporado en gran medida a través de hábitos dietéticos equivocados, factores de nuestro estilo de vida y exposición a las drogas farmacéuticas,. Es nuestra ignorancia la que nos ha hecho vulnerables a intereses que han torcido los hechos intencionalmente y de buena gana han sacrificado la salud de millones de mujeres en el altar de la ganancia y la codicia.

Sólo tomar la responsabilidad por nuestros cuerpos y hacernos el compromiso de volver a un estilo de vida saludable y equilibrado, hará que podamos caminar bien el resto de nuestras vidas.

Y ESTO ES AMARNOS ¿NO? ( María Jesús)

ESTO ES LO MAS RAZONABLE.


Dr. George J. Georgiou (Ph.D.) - Nutricionista clínico - Herbalista - Naturópata - Homeópata - Iridólogo - Psicólogo Clínico
Artículo del World Wide Health Center






LAS FUENTES DE HIERRO.ANEMIA



Cuando se habla de hierro, generalmente hay una asociación con productos de origen animal. Por lo visto anteriormente esto puede deberse a su fácil asimilación y a los hábitos carnívoros de la población. Sin embargo la observación de la tabla adjunta nos muestra gran cantidad y variedad de alimentos ricos en hierro. Además el texto explica la incidencia de la flora intestinal en el ciclo metabólico del hierro.


En épocas en que la cría animal recibe el indeseable aporte de hormonas, antibióticos y balanceados (los cuales pasan al ser humano por cadena alimentaria), es bueno procurar el aporte de hierro a través de alternativas menos tóxicas y más confiables. Como bien se expresa en "Anemia: los secretos del hierro", ciertos órganos animales (sobre todo hígado y riñón) acumulan toda la toxicidad aportada por medicamentos y alimentos balanceados (metales pesados).




HIERRO Y FLORA

Inicialmente es importante comprender que el tipo de alimentación que practiquemos, determinará la calidad y composición de nuestra flora intestinal.
Claramente, un vegetariano desarrollará preeminencia de flora fermentativa, mientras que una persona carnívora tendrá prevalencia de flora putrefactiva.

El ser humano, por su condición de omnívoro, debe convivir con ambas realidades y si bien tiene mecanismos de adaptación, los problemas surgen del desequilibrio. En los animales, este dualismo está bastante atenuado por los hábitos instintivos de dicho reino. Por un lado están los animales fitófagos, o sea comedores de vegetales, como los simios, las vacas o los caballos. Por otro lado están los predadores (carnívoros cazadores, como los leones) y los necrófagos (carroñeros, como los buitres). Lamentablemente los animales sufren las consecuencias de la domesticación humana, irrespetuosa de su naturaleza intrínseca; esto les suele crear problemas de salud que no difieren mucho de los padecimientos que sufre el mismo ser humano cuando artificializa su dieta.

Tanto animales como seres humanos, necesitamos la adecuada presencia de microorganismos adaptados al proceso metabólico del alimento que ingerimos cotidianamente. A su vez, dichos alimentos promueven el desarrollo de la correspondiente flora especializada.
Los microorganismos fermentativos son aquellos mecanismos biológicos que la naturaleza desarrolló para metabolizar alimentos vegetales y sintetizar, a partir de ellos, las necesarias vitaminas, proteínas, enzimas, etc. Estas bacterias viven en simbiosis con el animal en cuyo intestino se hospedan, y lo protegen. La flora fermentativa produce ácido láctico (por ello se habla de bacterias lactoacidófilas), el cual inhibe la reproducción de microbios putrefactivos. Las bacterias fermentadoras más importantes son las bifidobacterias y los lactobacilos acidófilos.

Por su parte los productos cárnicos contienen microorganismos putrefactivos (clostridios, proteus, estafilococos, escherichia coli, etc), mecanismos biológicos naturales de la descomposición cadavérica que son abundantes en los intestinos de animales carnívoros y necrófagos (carroñeros). Estos animales tienen mecanismos protectivos contra las sustancias que genera el metabolismo putrefactivo, pero dichos mecanismos son menos eficientes en el organismo humano, obligado a convivir con ambas realidades. En este sentido, el elevado consumo de proteína animal genera un manejo crítico de varios subproductos del metabolismo putrefactivo. Nos referimos a la histamina (genera alergias), el amoníaco y el ácido úrico (artritis y reuma), la tiramina (irrita el sistema nervioso, baja la inmunología, produce taquicardia y angustia), compuestos como los fosfatos, los uratos y los oxalatos (causan osteoporosis), o la cadaverina y la putrescina (intoxican y desnutren). Además, el metabolismo putrefactivo inhibe la síntesis y absorción de vitaminas, minerales y nutrientes importantes, mientras que estimula el estreñimiento

El hierro y la anemia son buenos ejemplos para ilustrar esta dicotomía provocada por la coexistencia de ambos tipos de floras. El hierro, un micromineral (hay apenas 4 gramos en una persona adulta) clave en el transporte del oxígeno y en la activación enzimática, está presente tanto en alimentos vegetales (ión férrico) como animales (ión ferroso). El hecho que el organismo lo asimile en forma de ión ferroso, no quiere decir que no pueda asimilar el hierro vegetal. La transformación iónica la realiza la misma flora fermentativa. Los cítricos (ricos en vitamina C y bioflavonoides) incrementan la velocidad de esta transformación.


Pero para evitar la anemia no basta con suficiente cantidad de hierro; también se necesita vitamina B12 (sintetizada por las bacterias fermentativas), ácido fólico y ácido málico (ambos presentes en vegetales). Por su parte, la flora putrefactiva conspira a favor de la anemia en dos aspectos: generando toxinas que afectan la eficiente regeneración sanguínea e inhibiendo la benéfica flora fermentativa. O sea que una buena disponibilidad de hierro requiere, tanto en vegetarianos como en carnívoros, un correcto equilibrio de la flora intestinal.


Los carnívoros, teóricamente favorecidos por la ingesta de hierro más fácilmente asimilable, pueden tener anemia por carencia de los necesarios efectos de la flora fermentativa.


Los vegetarianos, favorecidos en este aspecto, sin embargo pueden verse perjudicados por una proliferación putrefactiva a causa de desequilibrios, como la candidiasis crónica.
Este dualismo bacteriano (fermentación-putrefacción) también tiene mucho que ver con el equilibrio ácido básico del organismo. En los animales fitófagos o vegetarianos, la materia fecal excretada por un cuerpo sano, muestra un pH ácido; en los carnívoros, dicho pH es alcalino. Esto es consecuencia de los diferentes metabolismos. La digestión fermentativa permite asimilar sustancias alcalinas, que pasan rápidamente a la sangre. Por su parte, los microbios putrefactivos retienen los álcalis y generan la absorción sanguínea de sustancias ácidas. Es por ello que la flora fermentativa ayuda a alcalinizar la sangre, mientras que la flora putrefactiva la acidifica.



LA TABLA DEL HIERRO

Respecto a los valores mencionados en la tabla, cabe señalar que deben tomarse como orientativos, dada la gran diferencia existente en distintos análisis y distintas condiciones de producción de los alimentos. Las condiciones de suelo condicionan directamente el contenido de sales en el producto final, razón por la cual conviene siempre orientarse por cultivos orgánicos o productos de origen silvestre, evitando en lo posible el empobrecimiento generado por la producción intensiva y química.

Otro consejo es evitar los productos “enriquecidos” con hierro, ya que industrialmente se utilizan forman inorgánicas: gluconato ferroso, sulfato ferroso o fumarato ferroso. Estas formas sintéticas son asimiladas y acumuladas en exceso en el organismo, dando lugar a riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer. Por este tema, algunos países europeos han prohibido la aditivación de hierro a las harinas.


La idea es que la variedad de alimentos que muestra la tabla, nos incentive a diversificar y enriquecer nuestra alimentación, evitando los riesgos generados por la toxicidad de las fuentes animales y las fuentes sintéticas industriales.
Por otra parte, como siempre conviene ser cautos y no caer en exageraciones que puedan llevarnos a padecer las consecuencias, también indeseables, de un exceso de hierro. En el equilibrio, la variedad y la calidad de nuestros nutrientes, esta el secreto del balance natural.


SINTOMAS DE CARENCIA DE HIERRO

Anemia, acidosis orgánica, piel pálida o áspera, problemas de concentración, dificultad respiratoria, fatiga, rayas verticales en uñas, uñas frágiles, dificultades al tragar, infecciones, cefaleas crónicas, hipotiroidismo, estreñimiento, astenia, palpitaciones, arritmias, artritis, manejo del estrés.


SINTOMAS DE EXCESO DE HIERRO
Cirrosis hepática, hipertensión, diabetes, hiperactividad, hepatitis, infecciones crónicas, migrañas, problemas emocionales (hostilidad, agresión), artritis reumatoide.


ALIMENTOS RICOS EN HIERRO (valor medio en mg por 100g de producto)

Espirulina
52,8
Lentejas
7,1
Tomates secos
39,4
Morcilla
6,9
Fenogreco
33,6
Porotos alubia
6,8
Algas hiziki
29,0
Durazno seco
6,5
Menta
27,4
Castañas de cajú
6,0
Agar agar
21,0
Hongos shiitake
5,5
Sésamo
20,1
Avena arrollada
5,2
Algas nori
20,0
Berro
5,1
Melaza de caña
20,0
Arvejas
5,0
Brotes de trigo
19,8
Pan de trigo integral
5,0
Levadura seca
17,5
Damasco seco
5,0
Jengibre
17,0
Almendra pelada
4,9
Coriandro
16,1
Harina de trigo integral
4,5
Paté de hígado
16,0
Anchoas
4,5
Harina de algarroba
16,0
Espinacas
4,2
Polen seco
15,9
Pasas de uva
4,1
Azúcar integral mascabo
15,0
Higos secos
4,0
Brotes de soja
15,0

Fideos integrales
3,8
Algas kombu
13,0
Ortiga
3,8
Algas wakame
12,9
Tupinambur
3,7
Cebada perlada
12,3
Verdolaga
3,6
Cacao amargo
12,2
Salvado de trigo
3,6
Harina de soja integral
12,1
Coco rallado
3,6
Semillas de zapallo
11,2
Batatas
3,5
Riñón de ternera
10,0
Sardinas
3,5
Germen de trigo
10,0
Maní o cacahuete
3,5
Poroto de soja
9,8
Castaña de pará
3,4
Semillas de girasol peladas
8,9
Diente de león
3,3
Mijo pelado
8,8
Cebolla deshidratada
3,3
Habas secas
8,2
Maíz
3,3
Yema de huevo (3 unidades)
8,0
Trigo sarraceno
3,2
Perejil
8,0
Achicoria
3,1
Hígado de ternera
7,9
Harina de centeno integral
3,0
Porotos aduki
7,6
Carne de ternera
3,0
Quinoa
7,5
Escarola
3,0
Pistacho pelado
7,4
Pan de centeno integral
3,0
Garbanzo
7,2
Nueces secas
3,0



Datos obtenidos de:
Charpentier, Margarita - Valores nutricionales de las plantas alimenticias del norte argentino - 1998 Incupo
Dalla Via, Gudrun - Las algas - 1990 Red Edizioni
Esteves, Jorge y Salas, Hernan - Guía para una nutrición evolutiva - 1995 Salbe Ediciones
Pandiani, M. y Watts, D. - Guia para la correcta utilización de vitaminas y minerales en nutrición - 1991 Tecniche Nuove
Roediger Streubel, Stefanie - Minerales y oligoelementos para su salud - 1996 Robin Book
Universidad Liebig - Gran guía de la composición de los alimentos - 1991 Oasis
Ursell, Amanda - Alimentos saludables - 2001 Editorial El Ateneo
Valerio, Nico - Alimentación natural -1992 Arnoldo Mondadori Editore
Varios - Sistema de análisis y tratamiento nutricional - 2002 Cadre Editores



EL AZUCAR, SU VERDAD EN NUESTRA SALUD



AZUCAR BLANCO: INTERESANTISIMO ARTÍCULO




Ladrón del organismo

Por millares de años el ser humano satisfizo el gusto por el sabor dulce con fruta fresca, fruta seca y miel. Todos alimentos naturales que no contienen sólo azúcares, sino también vitaminas, minerales, enzimas, ácidos orgánicos, proteínas, agua, etc. Sin embargo hoy, la sacarosa contenida en el jugo de la caña de azúcar -refinada y cristalizada- ha desplazado a las fuentes naturales de azúcares y es utilizada en enormes cantidades en infinidad de procesos industriales. Tanto se ha radicado psicológicamente el consumo de la sacarosa, que una familia tipo no resistiría más de un día sin su presencia. O sea que se ha convertido en una verdadera droga.

Dice el Dr. Bruker, investigador alemán y autor de un libro sobre el tema: "Mi experiencia de decenios investigando sobre el azúcar blanco me permiten concluir que esta sustancia es capaz de crear un estado de adicción, del mismo grado que el ocasionado por drogas como la nicotina, el alcohol y el café. Existen estudios realizados en Estados Unidos que lo demuestran, pero que no se han hecho públicos por motivos económicos".

Como todas las drogas, el azúcar blanco, además de no beneficiar al organismo y no aportar ningún elemento nutritivo y vital, resulta altamente dañino. Es un verdadero peligro para la salud pública, por ser fuente directa o indirecta de muchos padecimientos "modernos": caries dental, acidificación de la sangre, descalcificación, arteriosclerosis, infarto de miocardio, diabetes, obesidad, acné, úlcera de estómago, colesterol, tensión nerviosa, problemas de circulación, hiperexcitabilidad, degeneración hepática...

Muchos se preguntarán porqué resulta tan nocivo este derivado de la caña, cultivo originario de la India que los españoles introdujeron en América. La respuesta: la sustancia que hoy conocemos como azúcar poco tiene que ver con la planta original. Se trata sólo de sacarosa "purísima", priva de impurezas, de vitaminas, de minerales, de enzimas y de todo elemento vital.

O sea, una sustancia química completamente artificializada. Una vez ingerida -y a diferencia de cualquier otro alimento- se transforma completamente en energía, sin dejar siquiera trazas de residuos: nada de proteínas, grasas, almidones, vitaminas, ni minerales. Es decir que aporta calorías vacías. Como otras sustancias químicas puras, la sacarosa excita el organismo con su carga energética inmediata, pero lo enerva y lo debilita, haciendo trabajar en vacío todo el aparato metabólico. Pero lo más grave es que para su metabolización el organismo debe emplear reservas orgánicas de vitaminas, amionoácidos y minerales, empobreciéndose.

Las investigaciones -escasamente difundidas por cierto- indican que no solo el abuso, sino el simple uso de la sacarosa pura, predispone el organismo a las modernas enfermedades de la civilización. Indígenas de África y Asia cuando consumen azúcar refinado sufren las mismas enfermedades de los occidentales más golosos y sacarodependientes. Sin embargo en estudios hechos en Sudáfrica sobre muestras de orina de 2.000 trabajadores de plantaciones de caña de azúcar, no se hallaron trazas de glucosa pese a que en promedio mascaban 2 kg diarios de caña, o sea que ingerían unos 350g de azúcar. La explicación: mientras la caña mascada es un alimento natural y relativamente completo, el azúcar refinado es un producto extraño y nocivo para el organismo. Otras investigaciones realizadas en África e India muestran que la diabetes es desconocida en pueblos que no incluyen carbohidratos refinados en su dieta.

El azúcar blanco resulta particularmente nocivo para los niños, los ancianos y las mujeres, ya que roba del organismo calcio y sales minerales (sobre todo cromo). Esto sucede pues la sacarosa se une al calcio presente en la sangre, formando sucrato de calcio que se elimina por intestinos y riñones. También roba vitaminas y enzimas, necesarias para su desdoblamiento (la sacarosa es un disacárido que el organismo debe convertir en compuestos simples como glucosa y levulosa). Detallados estudios demuestran que cada vez que ingerimos sacarosa, para su metabolización agotamos reservas orgánicas de preciosos aminoácidos (triptofano y metionina), de vitamina B (sobre todo B5, B6 y B12), vitamina PP y minerales. De allí que se defina al azúcar blanco como un verdadero "ladrón" del organismo.

¿QUE OCURRE EN LOS INGENIOS?

Es importante comprender lo que sucede en los ingenios azucareros, donde ingresa un producto noble como la caña y sale algo tan desvitalizado como la sacarosa. Dejémonos llevar por la explicación calificada del Dr. Jaime Scolnik, quién en su libro "La Mesa del Vegetariano" hace un minucioso análisis técnico del proceso, luego de haber visitado varios establecimientos: "Una vez extraído el jugo de la caña en un trapiche y descartada la fibra vegetal (bagazo), se lo cuela, se lo clarifica con anhídrido sulfuroso y cal, se lo lleva a 100°C y se lo filtra agregándole tierra de infusorios y ácido fosfórico, descartándose los residuos sólidos (cachaza). El jugo resultante se concentra, obteniéndose un jugo espeso (melado). Este melado se evapora nuevamente al vacío y se cristaliza la sacarosa, separándosela de la miel residual. Los cristales obtenidos se blanquean con azul de ultramar a fin de eliminar la coloración amarillenta de los residuos de miel intercristalina o de sales de hierro. Esta es llamada azúcar de 1° y tiene un 99% de pureza en sacarosa. La miel resultante (llamada de 1°) se somete a una nueva cocción, obteniéndose azúcar de 2° (con una pureza del 97%) y miel de 2°. Esta última se vuelve a cocinar resultando azúcar de 3° (con un 94% de sacarosa) y miel final o melaza".

"La melaza es una miel agotada -continua Scolnik- aún con un 30% de azúcar, pero al no poder cristalizarla se la destina a producir alcohol o alimento de hacienda. En cambio el azúcar de 3° se vende habitualmente con el nombre de "rubio" o "moreno", estando muy lejos de ser un producto integral o natural, sino más bien un producto residual de la fabricación del azúcar blanco, cargado de impurezas y residuos industriales. Siendo blancos los cristales de sacarosa, la coloración del azúcar rubia se debe a la capa de melada que recubre a los gránulos y cuya intensidad depende de la pureza del jugo de origen. La presencia de dicha capa es fácilmente demostrable al lavar este azúcar repetidamente en agua; allí se ve como desaparece el color original (rubio o moreno) y los cristales se vuelven blancos. La melada que reviste a los granos contiene: sulfito de calcio, sales resultantes de la combinación de cal y azufre, hidrosulfito de sodio, ácido fosfórico, carbonato de sodio, etc".

"Mientras que el azúcar de 3° no sufre un ulterior proceso de refinación -dice Scolnik- los azúcares de 1° y 2° son refinados, no porque las empresas defiendan la salud del consumidor, sino para poder conservar en mejores condiciones el producto. En efecto el azúcar en terrones contiene sales higroscópicas que absorben agua del aire, tornándolo húmedo y de mal aspecto".

"Comprendo -prosigue Scolnik- la dificultad de difundir estas sencillas pero grandes verdades. En primer lugar por el desconocimiento que reina en materia de alimentación racional, no sólo en el ciudadano común sino también en la clase dirigente y aún en los mismos médicos.





Por otra parte por la acción formidable de los intereses creados. Las industrias exigen que el consumo de azúcar siga incrementándose y en ese aspecto conviene que la gente esté desinformada. Además la industria conoce la debilidad del consumidor por aquello que agrada más a la vista o al paladar, sin tener en cuenta el verdadero valor alimenticio. Muchos pueden pensar que mi discurso puede resultar peligroso, dado que las empresas de refinación y el cultivo de la caña dan empleo a mucha gente. Pero esto es falso, pues la caña podría ir siendo reemplazada por la fruticultura y la apicultura, dos actividades que tienen un excelente potencial en la actual zona cañera y que además poseen la ventaja de ofrecer productos más sanos y nutritivos".




¿EXISTE UN AZUCAR INTEGRAL?

El mismo Dr. Scolnik clarifica respecto a los llamados azúcares integrales. "Demostrado que el azúcar rubio no merece el nombre de integral o natural, hay antiguas alternativas que preservan los valores nutritivos del jugo de la caña de azúcar. Un procedimiento (llamado mascabado) consiste en cocinar el jugo de caña para concentrarlo (evitando su fermentación), obteniéndose un residuo sólido que, molido, da lugar a un verdadero azúcar integral”.

Este proceso fue introducido en nuestro territorio por los jesuitas. De allí que se difundiera el uso del azúcar mascabo en el sur de Brasil. Misiones en cambio fue perdiendo esa tradición al concentrarse toda la actividad azucarera en Tucumán y al no haber precio del producto. Por suerte ahora pequeñas cooperativas de agricultores misioneros han vuelto a cultivar la caña, en forma orgánica, incorporándole el valor agregado de la artesanal elaboración del azúcar mascabo. Esta tarea se realiza manualmente con paletas de madera en pailas de cobre y permite disponer de un genuino azúcar integral, que conserva todos los componentes de la caña.




OTRAS ALTERNATIVAS

Además de estas opciones, existen otras fuentes naturales para endulzar. Una de ellas es la miel, sobre la cual expresa Scolnik: "Es un alimento orgánico, vivo y no una sustancia muerta como el azúcar industrial. La miel, en lugar de robar, aporta al organismo: calcio que nutre y fortalece los dientes y los huesos; hierro que enriquece los glóbulos rojos de la sangre evitando la anemia; aceites esenciales y balsámicos que desinfectan y tonifican las vías respiratorias; ácido fórmico que es un poderoso antiséptico; vitaminas que son sustancias indispensables a la salud; fósforo que es un tónico para el sistema nervioso; glucosa, fructosa, diastasas, dextrina, albúminas, etc. La miel puede sustituir al azúcar en todas sus aplicaciones, aunque es obvio que la cocción destruye enzimas y vitaminas".

La principal fuente natural de azúcares son las frutas, siempre mejor si consumidas frescas, pues además de la fructosa y minerales aportan enzimas y vitaminas. También pueden utilizarse numerosas frutas secas (pasas de uva, dátiles, higos, peras, duraznos, damascos, ciruelas, arándanos, etc) donde la evaporación del agua permite mayores concentraciones de azúcares y por tanto intensos sabores dulces naturales.

Nuestra autóctona algarroba es otra interesante alternativa endulzante, ya que su harina es muy rica en fructuosa y muy versátil en su aplicación. Se puede agregar a masas, panificados, líquidos y postres, a los cuales aporta dulzor y el particular sabor chocolatado. Con la harina de algarroba se elabora el ancestral patay, una especie de turrón muy dulce, nutritivo y digestivo, que no tiene adición alguna de azúcares.

Otra fuente de azúcares y un redituable reemplazo de los snacks a base de sacarosa, son las semillas -crudas o tostadas- como: girasol, nuez, maní=cacahuete, almendra, castaña de cajú, nuez de pecán, castaña de pará, sésamo, etc. Combinan bien con las frutas secas y un ejemplo son los tradicionales y nutritivos bombones de higo y nuez.

Es muy saludable habituar a los niños al consumo de frutas secas y semillas en lugar de caramelos, chocolates y golosinas. Además de beneficiar su estado general de salud, lograremos que redescubran los verdaderos sabores naturales, cada vez mas "tapados" por los saborizantes sintéticos producidos con químicos para nada inocuos y en muchos casos hasta cancerígenos.

DIABETICOS



Para los diabéticos existe también un endulzante natural que a su vez reduce la tasa de azúcar en sangre. Nos referimos a la yerba dulce (Stevia rebaudiana) que entrega su poder endulzante a través de infusión en líquidos calientes, sin aportar hidratos de carbono ni los perjuicios de los edulcorantes sintéticos. Esta hierba ve potenciado su efecto cuando se la asocia a otras hipoglucemiantes como la pezuña de vaca, la higuera y el sarandí blanco. La yerba dulce se ofrece en hierba, extracto líquido integral o polvo.

Es interesante comprobar que pueden elaborarse exquisitos productos (dulces, bombones, galletitas, etc.) prescindiendo del azúcar blanco, reemplazándolo por el mascabo integral, la miel, las frutas secas, la harina de algarroba o la yerba dulce. Se obtienen así nuevos sabores y altos valores nutricionales.





Datos obtenidos de: www.prama.com.ar/alimentos_problematicos/

lunes, 19 de febrero de 2007

LA SAL MARINA VERSUS SAL REFINADA. TAMBIÉN SOBRE EL AZUCAR

LA SAL


En la entrada anterior a esta, les aconsejo tomar Sal Marina, aquí tienen datos.

Como Química y Dietista avalo estos estudios y datos, hablamos de salud, hablamos de vida:


EL AGUA del mar contiene sales minerales en una proporción promedio de 35 gramos disueltos en cada litro de agua, donde se hallan prácticamente presentes, en concentraciones variables, todos los elementos químicos conocidos, y que forman los recursos minerales del mar. Las sales que se encuentran en proporciones constantes son: cloruro de sodio, cloruro de potasio, sulfato de magnesio y bicarbonato de calcio; además figuran, en cantidades pequeñas, los llamados oligoelementos, difíciles de determinar y extraer con las técnicas usuales.
Como el cloruro de sodio se obtiene utilizando la energía del Sol, esta sal es llamada también "sal solar"; para esto se necesita una serie de lagunas de evaporación por donde va circulando el agua para que se depositen diferentes compuestos en cada una de ellas, hasta llegar a obtener la sal pura que puede servir para consumo humano

Hay que hacer un cierto esfuerzo para comprender porqué algo tan saludable como la sal, se ha convertido en nuestro tóxico diario. Como siempre, no hay un motivo único, sino una sumatoria de factores. Por ello conviene analizar el tema desde distintos ángulos: químico, físico, productivo, cultural, etc. Pero veremos que todos confluyen finalmente en el bendito interés económico, que -irónicamente- muestra poco interés por la salud. ¿Será que en la economía de los negocios, una persona sana no es “rentable”?

Analizaremos el problema de la sal desde dos aspectos complementarios: el plano material y el plano energético. Podemos comenzar advirtiendo que el centro de la cuestión está en la refinación industrial.

Analizada desde el punto de vista químico, la diferencia entre una sal marina integral y la moderna sal de mesa de uso corriente, resulta abismal. La simple evaporación del agua de mar, deja como consecuencia un residuo sólido, al cual llamamos sal. Este residuo está compuesto por los 84 elementos estables de la tabla periódica, aquella que estudiábamos en el colegio secundario. Por supuesto que el cloro y el sodio son los principales elementos cuantitativos, representando casi el 90% de su composición. Pero la importancia cualitativa de ese 10% restante es verdaderamente extraordinaria.

Dado que toda la vida del planeta surgió del lecho marino, es obvio que hay una semejanza intrínseca y funcional con aquella “sopa madre”. Todas las formas de vida (plantas, animales, humanos), llevamos incorporada dicha solución en nuestros fluidos internos (savia, líquidos intracelulares, plasma sanguíneo). De esto eran conscientes nuestros antepasados, gracias a su intuitiva visión holística; pero nuestro reduccionista modernismo industrial se encargó de echar por tierra esta perspectiva. Concretamente en la sal, se comenzó por pensar en términos de “suciedad”: había que lavarla y purificarla para presentarla como un producto “limpio e higiénico”. Este concepto funcionó -y lo más triste es que aún funciona a nivel masivo- también con otros alimentos básicos y sujetos a procesamiento industrial: harina, arroz, azúcar, aceite, etc.



EL PROBLEMA DE LA REFINACIÓN


Pero hay otras razones de “peso”, por las cuales la industria ha desarrollado complejos y costosos procedimientos de limpieza y purificación de la sal. Y es precisamente porque se fue descubriendo el gran valor industrial del componente básico de la sal (el cloruro de sodio ó cloruro sódico) en el desarrollo de los productos de síntesis química.

Una vez liberado de “impurezas” (y por tanto del equilibrio iónico que le confieren los restantes 82 elementos), el cloruro de sodio es un reactivo perfecto y económico. Por esta razón se perfeccionó la técnica de refinación y limpieza, a fin de conseguir la máxima pureza en la producción de cloruro sódico. Esta sustancia se convirtió en un elemento imprescindible de la industria química, sobre todo para la producción de plásticos, aceites minerales, desmoldantes, etc. También la industria alimentaria la incorporó en su batería de aditivos preservantes, como inhibidor de procesos de descomposición: un ejemplo es el yogurt, que contiene cloruro de sodio, no como saborizante sino como conservante.
La Dra. Sherry Rogers aporta otra pista sobre el porqué de la refinación de la sal, en su libro “La cura se encuentra en la cocina”: “La sal de mesa común que ha invadido el mercado de Estados Unidos en los últimos 50 años, parece ser un subproducto de la manufactura de armas. Las grandes compañías (como la Morton Thiokol, fabricante de combustibles para cohetes) refinan sal para extraer ciertos minerales que luego utilizan en sus producciones bélicas y espaciales. En el proceso de refinación industrial, la sal de mesa pasa por temperaturas de 670ºC, lo cual altera definitivamente su natural estructura cristalina”.

Por estas razones se refina exhaustiva y prolijamente la sal en el mundo moderno. Una sola cifra nos permite comprender mejor esta realidad: el 93% de la sal que se refina en el planeta está destinada a fines industriales no alimentarios, un 4% es utilizado por la industria alimentaria como conservante; apenas el minoritario 3% restante se destina al uso como sal de mesa.

Traducido en términos más sencillos, “de paso” la mesa “liga” los “beneficios” de la excelente “pureza” de la refinación industrial y nuestras amas de casa se “benefician” al disponer de un producto “inmaculado” y que no se apelmaza.

También existe otra importante fuente de cloruro de sodio, que si bien no proviene de la refinación, es consecuencia de un desecho industrial y por tanto arrastra la nocividad de la manipulación tecnológica, sobre todo a nivel energético. Nos referimos a las fábricas de pastas para papel o “pasteras”, tan en boga últimamente por la cuestión ambiental. El cloruro de sodio es uno de los desechos emergentes del proceso de producción de la pasta celulósica, base de la industria papelera. Como rezan las advertencias de las películas, “cualquier relación entre esta actividad y marcas de sal, es solo pura coincidencia”.
Siguiendo con la refinación de la sal, digamos que en 1971 el gobierno japonés decretó que toda la sal para consumo humano se debía elaborar por el dudoso proceso de intercambio de iones, que usa 3.000 voltios y 120 amperes de electricidad para extraer los iones de cloruro de sodio del agua de mar. Un físico atómico, Katsuhiko Tani, contrario a esta decisión oficial, comenzó a realizar estudios al respecto, creando la Asociación de Investigación de la Sal.

En una de sus primeras experiencias, Tani trabajó con almejas vivas sumergidas en distintas concentraciones de sal naturalmente obtenida por evaporación de agua de mar. Luego imitó estas concentraciones con la sal para consumo humano y con la sal de potasio (cloruro potásico), un sustituto artificial para hipertensos. El resultado: las almejas sumergidas en las soluciones con sal natural reaccionaron abriendo sus caparazones, mientras aquellas sumergidas en las soluciones con sal obtenida por intercambio de iones o con sal de potasio, permanecieron cerradas, reaccionando como si estuvieran en un ambiente hostil.

Los párrafos anteriores tienen que ver con una trágica realidad que a casi nadie preocupa: el cloruro de sodio, como compuesto químicamente puro, no existe en la naturaleza.

Algo análogo ocurre con la sacarosa (azúcar blanco). Biológicamente el organismo no reconoce estas sustancias refinadas y de extrema pureza; es más, las considera tóxicas por su reactividad.
Irónicamente, por la misma razón que la industria aprecia al cloruro sódico (capacidad reactiva), el organismo lo rechaza.

Para comprender mejor esta “fobia” corporal hacia los compuestos químicamente puros, podemos usar dos ejemplos burdos pero ilustrativos: la caña de azúcar y la hoja de coca. Estudios hechos en Sudáfrica sobre muestras de orina de dos mil trabajadores de plantaciones de caña de azúcar, no hallaron trazas de glucosa, pese a que en promedio mascaban 2 kg diarios de caña, o sea que ingerían unos 350g de azúcar por día. La explicación es sencilla: mientras la caña mascada es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, el azúcar refinado es un producto extraño y nocivo para el organismo. Otras investigaciones realizadas en África e India muestran que la diabetes es desconocida en pueblos que no incluyen carbohidratos refinados en su dieta.

Respecto a la coca, es simple observar en los pueblos andinos que el cotidiano consumo de la hoja mascada (benéfica para el apunamiento) no genera los efectos devastadores del extracto refinado, conocido como cocaína. Siempre estamos hablando de productos vegetales, pero de por medio está presente el proceso de refinación y purificación.



EL PROBLEMA DE LA ADITIVACIÓN

Volviendo a la sal refinada de mesa, no todo termina en el “desguace” de sus restantes 82 elementos constitutivos. Luego “sufre” la aditivación de otros compuestos refinados. El caso del yodo y el fluor, ambos minerales tóxicos y reactivos en las formas antinaturales que se adicionan industrialmente. ¿En que argumentos se basa este procedimiento, obligatorio por ley?: resolver problemas tiroideos (yodo) y proteger la salud dental (fluor).

Pero nadie toma en cuenta que el cuerpo no puede metabolizar la suplementación artificial de yoduros y fluoruros. Muchos científicos están advirtiendo que estos compuestos son los principales responsables de la formación de nitratos en el estómago; y se sabe que los nitratos son las sustancias cancerígenas más agresivas, y responsables de tumores selectivos en muchos órganos. También son responsables de reacciones alérgicas y otros problemas de salud. Recientes estudios demuestran que la adición de yoduros a la sal de mesa puede causar hipertiroidismo, tiroiditis autoinmune y disminución de fertilidad. Por su parte el fluor, aún en concentraciones bajas, está relacionado con problemas neurológicos y endocrinos, afectando el sistema nervioso y provocando déficit de atención (DDA) en niños y adultos.

A este trágico panorama, se suma la aditivación de otros preservantes, por supuesto que todos legalmente autorizados e incluso sin obligación de ser declarados en las etiquetas. Además de yoduro de potasio, la industria de la sal adiciona dextrosa, un tipo de azúcar que sirve para evitar la oxidación del yodo (¡¡¡o sea que la sal tiene azúcar!!!). Luego le agregan bicarbonato sódico, para que la sal no tome un tinte púrpura tras la adición del yoduro de potasio y la dextrosa. Para evitar el apelmazamiento se adiciona hidróxido de aluminio. Es bien conocida la relación aluminio-Alzheimer y el papel que juega este metal liviano en las disfunciones neuronales, bloqueando los procesos del pensamiento. ¡¡¡Como si no tuviésemos bastante con el uso de utensilios de aluminio en la cocina, latas de aluminio para las bebidas o papeles de aluminio para envolver alimentos!!!
Otros aditivos que encontramos en la sal de mesa son: el carbonato cálcico, que no es otra cosa que un pulverizado de huesos animales, el aluminato de silicio sódico, el ferrocianuro de sodio, el citrato verde de amoníaco férrico, el prusiato amarillo sódico y el carbonato de magnesio.



EL PROBLEMA DEL SODIO

A través de la sal refinada, ingresa diariamente al organismo gran cantidad de sodio, un mineral que si bien es necesario en la química corporal, hoy en día se ha convertido en un problema a causa de su excesivo consumo, sobre todo en formas inorgánicas. El sodio contribuye al mantenimiento del equilibrio ácido-base y del balance hídrico y electrolítico del organismo, siendo necesario para la correcta transmisión del impulso nervioso y para la excitabilidad normal de los músculos. La forma ideal de su consumo es a través de los alimentos frescos, que lo contienen en modo biológicamente asimilable. Pero el enorme consumo de sodio (representa el 40% de la sal común) proviene de productos industriales y a su vez está relacionado con deficiencias del electrolito sinérgico: el potasio. El desorden sodio/potasio se ha convertido en una de las grandes causas de los modernos problemas de salud.

Normalmente se piensa -y así lo sugieren los especialistas- que con evitar la sal se resuelve el problema del exceso de sodio. Sin embargo, el consumidor moderno se ve expuesto a la inadvertida presencia de variadas y a veces nefastas formas de sodio en los alimentos industrializados de uso corriente, la mayoría de las cuales no están indicadas en las etiquetas de los productos que las contienen. Un ejemplo es el pan común, que suele aportar 1,3% de sal, o sea unos 500mg de sodio por cada 100g de un producto que se consume en grandes cantidades. Si tenemos en cuenta que la OMS recomienda que las personas adultas no superen los 6 gramos de sal al día (2,4 gramos de sodio), vemos que solo 500g diarios de pan bastan para superar dicho valor.

El cloruro de sodio refinado es ampliamente utilizado por la industria alimentaria, que además de la propiedad saborizante, toma en cuenta el aspecto conservante de la sal. En muchos productos se usa en forma abundante para resaltar cualidades gustativas, mientras que en otros cumple una función preservante. Además, el sodio forma parte de gran cantidad de aditivos alimentarios legalmente autorizados: conservantes, estabilizantes, emulgentes, espesantes, gelificantes, potenciadores de sabor o edulcorantes. Veamos aquí la nómina de 44 aditivos basados en el sodio, que a veces aparecen en las etiquetas con la simple indicación numérica:

E-201 sorbato sódico
E-211 benzoato sódico
E-215 derivado sódico del 4-hidroxibenzeno
E-221 sulfito sódico
E-222 bisulfito sódico
E-223 metabisulfito sódico
E-237 formiato de sodio
E-250 nitrito sódico
E-251 nitrato sódico
E-262(i) acetato sódico
E-262(ii) diacetato sódico
E-281 propionato sódico
E-301 ascorbato sódico
E-325 lactato sódico
E-331a citrato monosódico
E-331b citrato disódico
E-331c citrato trisódico
E-335a tartrato monosódico
E-335b tartrato disódico
E-337 tartrato sódico-potásico
E-339a fosfato monosódico
E-339b fosfato disódico
E-339c fosfato trisódico
E-350i malato sódico
E-350ii malato ácido de sodio
E-401 alginato sódico
E-450a(i) difosfato disódico, trisódico
E-450b(i) trifosfato pentasódico
E-450c(i) polifosfatos de sodio
E-470 sales sódicas, potásicas y cálcicas
E-481 estearoil 2-lactil-lactato sódico
E-500a carbonato sódico
E-500b bicarbonato sódico
E-500c sesquicarbonato sódico
E-514 sulfato sódico
E-524 hidróxido sódico
E-535 ferrocianuro sódico
E-541 fosfato ácido de sodio y aluminio
E-554 silicato de sodio y aluminio
E-576 gluconato de sodio
E-621 glutamato monosódico
E-627 guanilato sódico
E-631 inosinato disódico
E-635 5´-ribonucleótido sódico

Párrafo aparte para el glutamato monosódico, considerado como un aditivo peligroso. Su empleo en la industria alimentaria y en la restauración se remonta a casi medio siglo de historia, como potenciador de sabor. El E-621 (tal su identificación en las etiquetas) actúa como neurotransmisor, implicado en la respuesta sensorial característica del sentido del gusto, al intervenir en la transmisión de señales eléctricas a lo largo de las neuronas. Normalmente se usa en comidas precocidas, sopas, aperitivos, salsas, embutidos, cereales, carnes, mezclas de especias, conservas, alimentos procesados, sopas de sobre, cubitos de caldo, aderezos, etc.

Pese a estar autorizado su uso, numerosos estudios han cuestionado seriamente la inocuidad del glutamato monosódico. Investigadores japoneses lo relacionan con la pérdida de visión a largo plazo y la ceguera. En diversos experimentos se demostró que su inyección directa en el ojo, en concentraciones entre bajas y moderadas, causa daño nervioso. Una investigación clínica de la Universidad Complutense de Madrid, ha revelado que la ingesta de glutamato monosódico aumenta considerablemente el apetito, con el consiguiente riesgo de obesidad. Consumido en exceso y/o desde la infancia, puede modificar el funcionamiento de una zona del cerebro que regula el apetito, aumentando el deseo de comer hasta en un 40%.
En síntesis, el glutamato monosódico puede producir: contracciones musculares en la cara y el pecho, palpitaciones, ataques de asma y jaquecas, esterilidad, obesidad y el famoso “síndrome del restaurante chino” (rigidez muscular en cuello y mandíbula, degeneración de las células del cerebro, problemas gástricos, rigidez y/o debilidad en las extremidades, visión borrosa, mareos, cefaleas, opresión torácica, sensación de calor y hormigueo, aturdimiento y enrojecimiento facial). Puede ser suficiente la ingesta de 3 gramos de esta sustancia para generar dicho síndrome.


PERJUICIOS DE LA SAL REFINADA

Creímos conveniente abordar los daños que produce el consumo de sal refinada, recién después de haber pasado revista a la problemática industrial. Esto nos permite comprender mejor los mecanismos defensivos que debe desarrollar el organismo para intentar neutralizar esta agresión cotidiana. Como hemos visto, el problema tiene dos facetas principales e igualmente graves: la pésima calidad (física, química y energética) y la elevada cantidad que se ingiere.

El consumo principal de sal refinada proviene de los alimentos industrializados, que, como vimos, la utilizan por sus efectos gustativo y conservante. En este aspecto no hay que pensar solo en conservas o típicos productos salados (aceitunas, jamones, quesos, embutidos, fiambres, papas fritas, caldos en cubos o polvos, etc), sino en alimentos aparentemente inofensivos (panificados, o el “saludable” yogurt diario que tiene cloruro sódico como conservante).

Más allá del desguace provocado por la refinación, el principal problema de la moderna sal de mesa para la salud humana, es justamente aquello que la hace un inapreciable ingrediente de la química industrial: su reactividad.

Frente a la amenaza que representa este compuesto reactivo (cloruro sódico), el organismo se ve obligado a poner en marcha varios mecanismos de defensa que, además de generar un importante gasto de energía y recursos, no bastan para resolver totalmente la magnitud del problema.

Retención de líquidos

Un primer mecanismo de neutralización es la hidratación y se basa en el empleo de agua intracelular o plasma. Este precioso elemento -un recurso limitado en el organismo y originalmente destinado a otros fines fisiológicos- se usa para compensar iónicamente la reactividad de las moléculas de cloruro sódico. Cada gramo de cloruro de sodio que debe ser contrarrestado, exige el consumo de 23 veces su peso en agua intracelular. El producto resultante, aunque haya sido balanceado eléctricamente, igualmente debe ser eliminado como sustancia tóxica. Los riñones pueden excretar sólo una parte: se calculan unos 5/7 gramos diarios, frente a un consumo promedio de 12/20 gramos. Este déficit cotidiano entre lo que ingresa por boca y lo que puede salir por vía renal, es uno de los grandes problemas que nuestro estilo de vida le crea al organismo. Para tomar conciencia de la magnitud del problema, basta multiplicar estos valores por los 30 días de un mes o los 365 días del año!!! Aquí también podemos encontrar el verdadero origen de otra difundida problemática moderna: la retención de líquidos. Esto deriva en aumento de peso y mayor exigencia para órganos (corazón, hígado, riñones), que deben trabajar en exceso.

Otra consecuencia negativa de este mecanismo cotidiano de neutralización, es la merma del volumen de líquido intracelular. Frente al gran caudal que demanda el cuantioso ingreso de moléculas reactivas, el organismo se ve obligado a optar entre atender las naturales necesidades de plasma para la renovación celular (los millones de células que se fabrican diariamente, requieren este fluido corporal como principal material constitutivo) y la exigencia de neutralizar la peligrosa reactividad, usando este vital elemento. La consecuencia a mediano plazo es la paulatina deshidratación celular y corporal, también conocida como senilidad latente. Beber agua no basta para reponer dicha carencia, pues el agua intracelular no es únicamente H2O, sino también los restantes 82 elementos que forman el plasma marino. En síntesis, por un lado el organismo tiene un nefasto exceso de cloruro sódico y por otro, una grave carencia de sal completa y correctamente estructurada.


Obesidad y celulitis

El cloruro sódico que no logra eliminarse por vía renal, al permanecer en el cuerpo, genera un segundo mecanismo de neutralización: la captura lipógena. El organismo “reclama” células grasas para “encapsular” al cloruro de sodio “vagante”. Por este medio, el cuerpo busca aislar material toxico que no puede evacuar en el momento, a la espera de algún momento de pausa, en el cual eliminarlo definitivamente del medio. Ese momento sería, por ejemplo, un ayuno, que demás está decir, jamás tiene lugar en nuestro vertiginoso ritmo de vida.

Como consecuencia de este segundo mecanismo de neutralización, el organismo va formando un tejido esponjoso que deposita en la hipodermis, el estrato más profundo de la piel. Este edema acidulado genera dos consecuencias por demás conocidas y temidas: sobrepeso y celulitis. Puede afirmarse que este proceso de neutralizar sustancias tóxicas (no solo el cloruro de sodio) en el tejido graso, es una de las causas profundas de la obesidad, aunque sea algo difícil de aceptar a causa de nuestro condicionamiento cultural. Concretamente: más toxinas quedan en el organismo por colapso de los emuntorios, más incremento de grasa corporal. O dicho de otro modo: la toxemia corporal genera obesidad.


Cristalización y esclerosis

Las moléculas de cloruro de sodio que no consiguen ser eliminadas por los riñones o aisladas en el tejido graso, obligan a desarrollar un tercer mecanismo de supervivencia: la cristalización. Y bien decimos supervivencia, porque la acumulación de más de 35g de estos cristales puede resultar letal para el cuerpo. El cloruro sódico se une con aminoácidos de origen animal (presentes en los productos lácteos y cárnicos) y da lugar a la formación de cristales de ácido úrico. Los cristales que no consiguen ser evacuados del organismo, se depositan en huesos y articulaciones a la espera de una oportunidad futura de excreción (tal como sucede con el tejido graso), provocando dolores osteoarticulares (artritis, gota, reuma) por sus características punzantes. Otros cristales de ácido úrico se recombinan con más cloruro de sodio y oxalatos de calcio, dando lugar a la formación de arenillas y cálculos (vejiga, riñón, vesícula). Otra variante de esta cristalización la encontramos en las paredes de venas y arterias, causando fragilidad capilar y esclerosis. La cristalización es, originalmente, un mecanismo protectivo y de emergencia que el organismo desarrolla para defender la calidad del medio celular y el correcto funcionamiento de las células. Pero la cronicidad de la intoxicación termina por envenenar al sistema, ya que el exceso de cristales no consigue ser evacuado del organismo y ello provoca graves dolencias, también crónicas.

Otros perjuicios del consumo de sal refinada han sido evaluados por distintos investigadores: problemas emocionales, excitación, insomnio, fatiga, úlceras, dependencia adictiva, hipertrofia de las glándulas suprarrenales, pérdida del cabello, estreñimiento, cáncer de estómago y osteoporosis (el exceso de sal incrementa la excreción de calcio a través de la orina, favoreciendo la desmineralización del hueso). La diagnosis oriental brinda indicadores físicos para detectar la excesiva presencia de sal en el organismo: piel oscura, rigidez muscular, mandíbulas apretadas, dientes inferiores sobresalientes, derrames en el blanco del ojo, orina fuerte y heces oscuras y confitadas.

Datos de: www.prama.com.ar/alimentos_problematicos


viernes, 16 de febrero de 2007

SALUD NATURAL, PRESENTACIÓN

SOY DIPLOMADA EN DIETÉTICAY NUTRICIÓN Y LICENCIADA EN CIENCIAS QUÍMICAS. FORMADA EN FITOTERAPÍA


MEDITACIÓN, CUIDADO NATURAL DE LA SALUD Y DESCANSO


Muchas personas están viendo Médicos Naturistas O ACUDIENDO a otros tipos de MÉTODOS NATURALES Y ENERGÉTICOS, ellos ofrecen, a veces, mucho más que lo que la Medicina convencional tiene para dar y estos tratamientos pueden ser muy benéficos.

Más si tienen alguna enfermedad no se culpen por ella. Y tratense con más Amor.

Desgraciadamente esta es una enseñanza que anda de un lado a otro, diciendo que si ustedes tienen un desorden auto-inmune, ustedes lo crearon para dañarse a ustedes mismos.

La culpabilidad no es un lugar divino para estar. Suelten la culpabilidad en todas las cosas. Si ustedes ofendieron a alguien y son culpables en ese sentido, hagan las correcciones si son posibles, y si la situación hace mucho que se fue y no se puede remediar, perdonen y fluyan.

Mucho del cansancio excesivo que muchos están experimentando viene de enfermedades PROVOCADAS POR organismos negativos y de las vacunas. Sus glándulas de adrenalina, tiroides y pituitaria están cansadas. Puede ser que descubran que la homeopática podría ayudar. Vayan y estúdienlas en sus tiendas de salud.

¡Descansen! Si ustedes están abrumados y agotados.

El uso de alguna clase de meditación u otras técnicas pueden ayudar. Podrían visualizar que la luz se forma en su interior y que se exterioriza. Pueden visualizar un espejo a su alrededor para reflejar las energías negativas a la fuente. Prueben, experimenten.

COMPLEMENTOS/ LA SAL/ MINERALES/VITAMINAS

Si ustedes necesitan sal y experimentan dificultad con la retención de fluidos, ustedes pueden comprar productos hechos de sal de mar con la sal removida, y con los minerales aun en ellos.

Algunos de ustedes sufren de pies inquietos, y el magnesio detendrá eso. Siéntanse libres de probar otros suplementos como deseen y experimenten.

Si ustedes tienen artritis, la glucosima.También provoca humedad dentro de los recubrimientos de las articulaciones y puede hacerlos sentir más cómodos.

Es importante la alimentación Y EL TRATO QUE SE LES DA A LOS animales como en los casos de la leche y en los huevos.

Depende de cada uno si desea usar productos de animales que no son abusados, y estos serán más sanos.

Las gallinas son los animales más abusados en la superficie de la Tierra, seguidos por los cerdos.

Si ustedes quieren comer carne podría probar a comprar carne orgánica.

Los animales se dan ellos mismos como alimento, voluntariamente para su crecimiento y el de ellos. Pero ellos necesitan ser cuidados en respeto y amor por este servicio.

Yo les sugiero que tomen suplementos de vitaminas y minerales. Toda la comida es muy deficiente en ellos:

No estoy hablando de la toma indiscriminada de vitaminas, las dosis de farmacia de 250 ,500 o 1000 son exageradas y peligrosas y además formuladas de forma química artificial y no en base a procesos naturales, añadiendoles diversos productos para su conversación y estabilización. Yo me estoy refiriendo a dosis de herbolario y principalmente obtenidas de productos naturales, o bien de extracción sobre levadura de cerveza. Cualesquiera Vitamina o producto puede no ser indicado depende de los casos, pero sobre todo si lo que la persona toma son dosis elevadas y artificiales.

Porque vitamina C también tienen los alimentos que comemos, se trataría si fuera preciso de reforzar con algún complemento natural con más concentración. Aunque siempre habrá casos donde no es idonéo. Por ello nunca ofertar grandes dosis artificiales, sino complementos naturales equilibrados.

Por ejemplo el mismo Aloe Vera, tiene una amplia gama de Vitaminas y Minerales en su composición, con muy buenos efectos, por la sincronía entre las sustancias que lo componen al ser un ser vivo y natural.

La vitamina C se puede obtener de muchas fuentes, acerola, etc... sin necesidad de ser química artificial.

La Vitamina A igualmente, de algas marinas, etc... Igual ocurre con las del grupo B, que se hayan en la levadura de cerveza, en la espirulina y en productos tales como el polen, la jalea real, etc.....

No me refiero a Vitaminas obtenidas químicamente, su vibración no es la misma y las dosis son excesivas. Con fuentes naturales no es preciso exponerse a dosis peligrosas, pues las plantas permiten un reequilibrio de las funciones corporales debido a sus propios nutrientes pues sus componentes forman parte de una estructura viva, equilibrada y natural. No como la formulada en procesos químicos artificiales de laboratorio. Atendiendo a criterios lógicos y contrastables.

HACIA EL EQUILIBRIO CON LA MADRE TIERRA.

LA SABIDURÍA EXISTE DESDE SIEMPRE SOLO HAY QUE VOLVERLA A ENCONTRAR Y NO ES FORZANDO LA VIDA COMO SE HALLA.

Yo les sugiero que paguen un costo extra por la sal de mar y úsenla de manera libre en sus comidas. Muchos tienen baja presión de sangre como resultado de exigir demasiado a su sistema de adrenalina y requiere sal. No compren sal de mar blanca. Le han removido los minerales. La sal natural de mar es de color beige y algunas veces tiene manchas de color más oscuro en ella.

ESPERO LES AYUDE ESTA INFORMACIÓN. LO SABRÁN DE ACUERDO A SU SENTIR.

martes, 30 de enero de 2007

COMIENZO UNA LABOR ARMONIOSA CON LA VIDA



En este espacio público las nuevas ideas y planes que vamos a realizar en servicio al planeta y a los seres que lo habitan, colaborando con la paz, el respeto y la libertad.

Les espero a todos los que busquen nuevos horizontes.